jueves, 28 de mayo de 2009

EL MARKETING DE LA VIDA

Otto E. Barrera Rey
Administrador de Empresas. Docente Universitario


Mucho se ha hablado del Marketing, especialmente en los últimos tiempos. Todo se enfoca a la forma como deben orientarse las empresas para lograr sus objetivos económicos y de crecimiento, tomando como base la satisfacción de las necesidades y deseos de sus clientes.

Toda la teoría de la mercadotecnia se ha apoyado en miles de volúmenes, revistas, seminarios, congresos, portales de Internet, conferencias, programas radiales y televisivos, artículos de prensa y muchos otros medios. Han aparecido nuevos términos, El Marketing Green, el Marketing Viral, Marketing Estratégico, Marketing sedentario, Marketing de Choque y otra cantidad de enfoques y reenfoques que en ocasiones nos llegan a dejar perplejos.

Para completar el galimatías que nos acompaña, quiero referirme hoy al Marketing de la Vida. Para deleite de los lectores, cada uno puede ponerle el título que quiera. Simplemente se hará un enfoque a lo que la Teoría de la Mercadotecnia tiene que ver con nuestra propia vida, con nuestra persona y todo el deambular que tenemos en este mundo. El mercadeo de nuestra propia persona.

Hablamos permanentemente de la satisfacción de los clientes, pero con frecuencia olvidamos que todas las personas que están a nuestro alrededor son nuestros clientes y no hacemos lo necesario para satisfacer sus necesidades y deseos. Pensemos por ejemplo: Tenemos con nuestros hermanos las mismas actitudes solícitas que acostumbramos con nuestros compañeros mas queridos del colegio o de la universidad?
Nos interesamos por hacer una investigación para conocer las preferencias de nuestros padres? O los padres hacen lo mismo con sus hijos? Las argumentaciones utilizadas en la conquista de un noviazgo, son iguales luego en el transcurso del matrimonio? Aplicamos en nuestro hogar las técnicas de manejo de objeciones que utilizamos tan sabiamente en las ventas?.

Cuidamos nuestro empaque (presentación personal, vocabulario, ademanes) de tal forma que logremos un branding estupendo? O cuando no tenemos que salir de casa descuidamos nuestro aseo y presentación en general. Tratamos con la cortesía que un cliente requiere al celador de la cuadra? A la empleada del servicio? Al vecino que “nos cae gordo”.

Conocemos todas las técnicas de la optimización planimétrica y del merchandising, pero que tal lo aplicamos en nuestra habitación? En nuestro closet, en nuestra maleta de viaje? En nuestros cuadernos de apuntes o en el morral en el cual los llevamos?

Nos esforzamos verdaderamente para lograr la fidelización de nuestra pareja empezando por nuestra fidelización hacia ella? Tenemos con ella distribución exclusiva? O aplicamos T a T, o distribución con base en sucursales?

Estamos exigiendo a nuestras familias que paguen un “precio” excesivo por nosotros? Anteponemos nuestra propia satisfacción a la de los demás? Hacemos honor a nuestra “marca personal” que es nuestro propio apellido? Cuidamos esa marca si todos nos reconocen como personas responsables, cumplidoras de nuestros compromisos, serios en todas nuestras actuaciones, confiables en nuestras negociaciones, pero aparte de ello procuramos colaborar con toda la familia para que cada uno de ellos logre lo propio, porque compartimos con cada uno la misma marca.

Nos preparamos debidamente en nuestros estudios profesionales para dar un excelente posicionamiento a nuestra marca profesional que es la de la institución en la cual hemos estudiado? Cuando hablo de mi institución doy fé de ella con verdaderos valores agregados? O en cambio le desagrego valores.

Verdaderamente en todo esto radica el verdadero marketing. Si no empezamos por analizarlo y ponerlo en práctica, difícilmente tendremos éxito en ninguno de los demás enfoques. Sería como el dueño del restaurante que prefiere ir a almorzar a otro porque desconfía del propio.

Me permito hacer una cordial invitación a que hagamos un análisis situacional de nuestro caso particular, consideremos amenazas y oportunidades, fortalezas y debilidades, tracemos objetivos de altura para nuestra propia vida, diseñemos las estrategias que sean apropiadas y las adelantemos con verdadera pasión.